Cuando las ganas no te alcanzaron para conseguir tus objetivos te queda el consuelo que diste todo de ti. Y no paso así con José Gálvez, quien fue humillado de local por el CNI mandándolo a “cuidados intensivos” donde su única cura será obteniendo los tres puntos frente, al siempre complicado, Sporting Cristal.
Desde el pitazo inicial se pudo notar que el partido iba a ser algo raro, pues los jugadores salieron con una actitud totalmente distinta a la demostrada en fechas anteriores, y temprano ya se encontraban con el partido cuesta arriba gracias a un error defensivo, pero las cosas se complicarían aun mas dado que antes de los 40’ del primer tiempo CNI ganaba por 0-2. Santiago Salazar hizo ilusionar a la gente con una posible remontada gracias al gol que marcó cuando el primer tiempo acababa.
En esos 15’ de entretiempo se respira un clima más tranquilo, con esperanza de poder superar y doblegar al cuadro charapa; no obstante Sergio Almirón, el jugador que dejo ir Uribe y la directiva anterior, anotaría el 1-3 a penas iniciado el segundo tiempo.
Con ese resultado se hizo complicado remontar el resultado y sumado a la poca vergüenza deportiva demostrada por los ¿jugadores? llegaría el 1-4 por obra, otra vez, del argentino Almirón.
La gente empezaba a marcharse y el estadio parecía un cementerio.
Con un Gálvez sin ganas y con un CNI con granas de seguir festejando caería el 1-5 festejado por Almirón, quien demostraba que fue el peor de los errores dejarlo ir.
Gálvez en uno de sus tantos ataques imprecisos se encontraría con un penal, el cual fue ejecutado por Leguizamón y decretó el 2-5 momentáneo; pues cuando el reloj marcaba el minuto 90’ llegaría la media docena de goles. Víctor Hugo Carrillo no le quedo de otra que ponerle fin a la desastrosa actuación del cuadro porteño que perdió el parido que jamás debió perder.
Un triunfo en Lima nos dejaría en primera o en el peor de los casos conseguir un empate y esperar que en el Cuzco haya un ganador para forzar un partido extra.
Desde el pitazo inicial se pudo notar que el partido iba a ser algo raro, pues los jugadores salieron con una actitud totalmente distinta a la demostrada en fechas anteriores, y temprano ya se encontraban con el partido cuesta arriba gracias a un error defensivo, pero las cosas se complicarían aun mas dado que antes de los 40’ del primer tiempo CNI ganaba por 0-2. Santiago Salazar hizo ilusionar a la gente con una posible remontada gracias al gol que marcó cuando el primer tiempo acababa.
En esos 15’ de entretiempo se respira un clima más tranquilo, con esperanza de poder superar y doblegar al cuadro charapa; no obstante Sergio Almirón, el jugador que dejo ir Uribe y la directiva anterior, anotaría el 1-3 a penas iniciado el segundo tiempo.
Con ese resultado se hizo complicado remontar el resultado y sumado a la poca vergüenza deportiva demostrada por los ¿jugadores? llegaría el 1-4 por obra, otra vez, del argentino Almirón.
La gente empezaba a marcharse y el estadio parecía un cementerio.
Con un Gálvez sin ganas y con un CNI con granas de seguir festejando caería el 1-5 festejado por Almirón, quien demostraba que fue el peor de los errores dejarlo ir.
Gálvez en uno de sus tantos ataques imprecisos se encontraría con un penal, el cual fue ejecutado por Leguizamón y decretó el 2-5 momentáneo; pues cuando el reloj marcaba el minuto 90’ llegaría la media docena de goles. Víctor Hugo Carrillo no le quedo de otra que ponerle fin a la desastrosa actuación del cuadro porteño que perdió el parido que jamás debió perder.
Un triunfo en Lima nos dejaría en primera o en el peor de los casos conseguir un empate y esperar que en el Cuzco haya un ganador para forzar un partido extra.
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